- Tomates
- Pimientos rojos y verdes
- Cebolla.
- Ajo
- Perejil
- Pimienta negra
- Aceite de oliva
- Sal
- Azúcar
Introducimos los tomates en agua hirviendo unos instantes para que se suelte bien la piel.
En una pota o cacerola ponemos un chorro de aceite y ponemos a pochar los pimientos, la cebolla y los ajos, picados en trozos.
Mientras se pocha poco a poco lo anterior, pelamos los tomates y les retiramos el corazón, imperfecciones etc, los apretamos bien con las manos con el fin de quitar parte de la pepita y el exceso de agua. Si disponemos de una máquina para este fin, no es necesario que los pelemos, pues ya ella manda la pulpa a un recipiente y la piel y las pepitas a otro.
Una vez pochado todos los ingredientes anteriores echamos pimienta negra y el perejil, a continuación introducimos el tomate, dejándolo a fuego medio y removiendo de vez en cuando, teniendo cuidado que no se pegue. dejamos al fuego hasta que reduzca y adquiera la consistencia que a nosotros nos parezca adecuada.
añadimos una cucharadita de azúcar para reducir la acidez del tomate, para ello lo mejor es ir probando hasta conseguir el punto deseado.
Pasamos todo por una batidora hasta que quede bien molido.
Introducimos en los tarros hasta el borde y apretamos bien las tapas.
Ponemos al baño maría unos 15-20 minutos y dejamos enfriar los tarros antes de sacar.
